La obstrucción congénita del conducto nasolagrimal es una afección que puede estar presente en el momento del nacimiento, lo que evita que las lágrimas salgan de los ojos de manera adecuada. Las lágrimas por lo general drenan a través de pequeñas aberturas en las esquinas de los párpados (también conocidas como puntos lagrimales) y penetran en la nariz a través del conducto nasolagrimal. Si la obstrucción no desaparece en el momento en que el niño cumple un año, se puede recomendar una cirugía menor para aliviar la obstrucción.
El primer procedimiento se llama SONDAJE que el DrAvila Jorge realiza bajo anestesia en quirófano.
Una vez que se haya confirmado que el niño tiene un bloqueo del conducto lagrimal que necesita intervención quirúrgica, la operación se programará y se realizará en un centro quirúrgico pediátrico acreditado. La cirugía pediátrica del conducto lagrimal dura aproximadamente 10 minutos con el niño bajo anestesia. Se utiliza una anestesia de rápida recuperación. Luego de la cirugía el paciente queda en observación en la institución donde se realiza la cirugía, y se retira ese mismo día al ser una intervención ambulatoria. Se controla a la semana de la intervención.
La localización más habitual de la obstrucción es en el canal lacrimonasal, un conducto por el que transitan las lágrimas antes de llegar a la nariz. Este conducto está revestido en su parte interna por una mucosa. El primer fenómeno que ocurre a este nivel es la inflamación, que produce una obstrucción parcial del pasaje de las lágrimas. Suele comenzar con una acumulación de lágrimas cuando hay viento o frío. Si el problema persiste, gradualmente la cantidad de lágrimas acumuladas va en aumento y puede producir dificultad para leer a través de ellas o pueden caer por la mejilla. Hay personas que comienzan con este problema luego de un traumatismo sobre la nariz o en la cara, y suele estar producido por una fractura que afecta este canal.
El DrAvila realiza todos los procedimientos para la desobstrucción de via lagrimal, dependiendo de donde se encuentra el problema. Muchas veces los mismos se encuentran al principio y otras veces se encuentran al final de la via lagrimal. A través de un examen minucioso en consultorio se puede saber dónde se encuentra dicha obstrucción.
La técnica se llama dacriocistorrinostomia. Puede ser efectuada por vía externa o por vía endonasal, siendo esta última de preferencia por el doctor debido a la rápida recuperación del paciente.
La cirugía muchas veces cuenta con la colocación de una tubuladura de silicona de 1mm de espesor, que se retira de los 30 a los 90 días postquirúrgicos en consultorio. Este dispositivo es imperceptible por el paciente.